Bienal de Arquitectura

La Bienal de Arquitectura de Venecia puede sonar lejana, pero sus ideas no. En esta nota te compartimos formas simples y prácticas de usar esas tendencias en espacios reales: tu casa, tu trabajo o tu siguiente proyecto.

5/9/2025

El curador de la Bienal, Carlo Ratti, plantea esta edición bajo la idea de una “era de la adaptación” frente a la crisis climática. Propone que existen múltiples formas de inteligencia capaces de responder a problemas urgentes y que, ante este escenario, ya no basta con seguir pensando la arquitectura desde los enfoques tradicionales: hace falta una ruptura real.

Como arquitectos, durante años hemos intentado minimizar el impacto ecológico de nuestra profesión, pero la urbanización desenfrenada y el agotamiento de recursos muestran que ya no es suficiente con “dañar menos”. Ha llegado el momento de replantearnos cómo vivimos, cómo construimos y qué entendemos por habitar el planeta.

Por un lado, la inteligencia artificial, que lejos de ser una amenaza para nuestra creatividad, se presenta como una aliada para experimentar, simular escenarios y diseñar soluciones más eficientes y adaptables.

Por otro, la inteligencia colectiva, que surge del intercambio de ideas, el diálogo y el conocimiento compartido. Cuando diferentes disciplinas, comunidades y experiencias se sientan a pensar juntas, la arquitectura deja de ser un acto individual y se convierte en un proceso de co-creación.

Desde este marco, nos llevamos siete aprendizajes de la Bienal que puedes aplicar en tu casa, en tu oficina o en tu próximo proyecto:

7 aprendizajes de la bienal de arquitectura de Venecia para tu próximo proyecto.

1. Piensa tu proyecto como parte de un futuro compartido

Cada decisión de diseño (materiales, consumo de energía, relación con el agua, vegetación, etc.) no solo afecta tu casa o espacio, sino el planeta que compartimos.

Pregúntate:
¿esta elección suma a un futuro más responsable o lo complica?

2. Diseñar con límites, no con excesos

En la Bienal se repite una idea: el planeta tiene límites claros. Espacio, agua, energía, materiales no son infinitos.

Cómo usarlo en tu proyecto:

  • ¿Puedo resolver esto con mejor distribución en lugar de más área?

  • ¿Qué materiales locales o de bajo impacto puedo usar?

  • ¿Realmente necesito todo lo que estoy construyendo?

3. Espacios que pueden cambiar de uso

Una constante: la arquitectura ya no se piensa tan rígida. Un espacio puede ser estudio hoy, cuarto de visitas mañana, lugar de yoga el domingo.

Cómo usarlo en tu proyecto:

  • Evita que cada cuarto tenga un único uso súper específico si no es necesario.

  • Apuesta por muebles móviles, mesas ligeras, sillas apilables, libreros que separen sin cerrar.

  • Diseña uno o dos espacios comodín que puedan adaptarse con el tiempo.

4. Co-crear siempre es mejor que decidir en solitario

La inteligencia colectiva es clave: arquitectos, clientes, especialistas, vecinos, gente que usa el espacio todos los días. La calidad del proyecto mejora cuando se escucha a más voces.

Cómo usarlo en tu proyecto:

  • Si vas a diseñar casa, involucra a quienes la van a vivir (tu pareja, tus hijos, el abuelo, etc.).

  • Si es un comercio u oficina, escucha al equipo que estará ahí diario.

  • En lugar de ver el proyecto como algo que el arquitecto hace solo y te entrega ya decidido, vale la pena verlo como una conversación donde tú también participas, preguntas, aclaras y construyes la solución junto con el estudio.

5. La IA es herramienta, no protagonista

Lo más valioso no es la tecnología en sí, sino cómo ayuda a tomar mejores decisiones. La tecnología no sustituye criterio, pero sí puede acelerar el proceso.

Cómo usarlo en tu proyecto:

  • Como estudio o diseñador, usa herramientas digitales para agilizar procesos, explorar alternativas y comunicar mejor las ideas.

  • Como cliente, aprovéchala para visualizar antes y mejor el proyecto y así evitar malentendidos y retrabajos.

6. Diseña con la naturaleza, no contra ella

En lugar de domar el terreno, tapar el sol o talar árboles para después corregir con aire acondicionado y jardineras, pregúntate:

¿qué pasa si dejo que la vegetación, el viento, la orientación y el agua sean parte del proyecto?

Conservar árboles existentes, generar sombra con vegetación, abrir ventanas hacia la brisa o aprovechar la lluvia puede cambiar radicalmente el desempeño de un espacio.

7. No escondas el costo del confort

Antes de llenar tu proyecto de aire acondicionado, pregúntate cómo puedes reducir la necesidad de climatizar desde el diseño: más sombra, mejor orientación, ventilación cruzada, aislamiento y vegetación.

La meta es que el edificio dependa menos de máquinas para estar cómodo y que el confort no signifique trasladar calor, consumo y problemas a “otro lado” que no ves.